La librería que ostenta el privilegio de ser la más antigua de Madrid se encuentra en la calle Carretas y es la Librería Moya. Encima de la tienda se puede observar una placa conmemorativa que dice: “Comunidad de Madrid, agradeciendo el servicio a la ciudad”. Debajo, con un relieve de la Puerta de Alcalá y dos figuras de un hombre y una mujer vistiendo los trajes típicos de finales del S. XIX, con el nombre del fundador y la fecha de 1862.
En su origen, la librería solo vendía libros especializados en medicina y algunas revistas extranjeras que en aquellos momentos apenas llegaban a España. La fama de esta librería hizo que su trastienda fuese un punto de reunión para los catedráticos de la Facultad, los profesores de los hospitales y muchos médicos famosos.
Entre sus clientes, se encontraban doctores tan famosos como José Letamendi o Federico Loriz, por lo cual, el fundador, animado por el buen resultado y el éxito de la librería, creó una imprenta, en la que publicó obras de dichos doctores, así como traducciones de obras científicas francesas, inglesas y alemanas.